Inmersos en una nueva y atípica campaña
| Encendido Oct13,2020Un año más, una campaña más. Nuestra familia ya está inmersa en las labores diarias de recogida de la manzanilla cacereña y hemos querido conocer de cerca cómo se esta desarrollando y sobre todo, las sensaciones de este año tan extraño a causa del Covid. Jesús nos ha contado todos los detalles. ¡Pasen y lean!
¿Cómo se está dando la campaña y cuál es la rutina diaria?
Está siendo una campaña atípica. Se nota simplemente yendo por cualquier pueblo, que en cualquier año por estas fechas estaría lleno de temporeros. Ahora se ven muchísimos menos.
Comenzamos la jornada bien temprano con los primeros rayos de luz. Nuestro equipo de trabajo se compone de gente de confianza de nuestra empresa y familiares. La recolección se hace por vibración utilizando un tractor con paraguas en aquellos puntos en los que el terreno lo permita. Si no es el caso, empleamos una guitarra manual rama por rama. A mediodía disfrutamos de una de las maravillas de trabajar en el campo, que es la hora de la comida, donde aprovechamos para disfrutar de los productos que elaboramos. Tras el breve descanso retomamos la actividad hasta que las fuerzas acompañen y nos vamos a la almazara para hacer el aceite y almacenarlo para que conserve todas sus propiedades.
¿Cómo influye en el fruto y en el aove el hecho de que hayamos tenido una primavera lluviosa y un verano seco y caluroso?
Llevamos ya bastantes años sufriendo las inclemencias del tiempo, cierto es que este año la primavera ha ayudado regando el campo pero los periodos estivales cada vez más largos hacen que la aceituna, más que ser el fruto del olivo, sea también un recurso de éste para estos periodos. El olivo va creando la aceituna pero en verano con el calor necesita alimentarse y toma del fruto aquello que le había dado, haciendo que se arrugue. Gracias a Dios las lluvias de septiembre hacen que el olivo nuevamente pueda darle al fruto todo lo que necesita para que podamos tener aceitunas sanas.
Por otro lado, este año parece que el ataque de la mosca ha sido menor y el fruto está sano. Esperamos una gran campaña en cuanto a la calidad del aceite. En cuanto a volumen, es una campaña normal.
El Covid está condicionando todos los procedimientos. ¿Con qué energía afrontáis la nueva normalidad?
Afrontamos esta campaña con responsabilidad para cuidar de nuestra salud y la de las personas que nos rodean, muy especialmente de nuestros seres queridos de mayor edad. Lo primero siempre es la salud. En segundo lugar lo hacemos con ilusión, con la ilusión de quien espera que vengan tiempos mejores y pasen los momentos de dificultad.
La familia Oleosetin apuesta por el mantenimiento del olivar tradicional, algo que supone un mayor esfuerzo, principalmente por las localizaciones de las explotaciones. ¿Cuáles serían las ventajas y los inconvenientes de este modelo de producción?
Cultivo tradicional frente a cultivo moderno en superintensivo. Cada uno tiene sus ventajas y deberían explicársele al consumidor claramente sin engañarle para que él decidiera libremente si elije precio o calidad. En lo que se refiere a la aceituna, un olivar de manzanilla cacereña en las sierras del norte de Extremadura en terreno pobre y pizarroso con la pluviometría propia de la sierra puede producir alrededor de 3.000 kilos, sin embargo un olivar en superintensivo de variedades más productivas como por ejemplo la arbequina puede producir alrededor de 14 o 15.000 kilos. No obstante, por el camino hemos perdido propiedades saludables del producto. Ya hay estudios que avalan las mejores propiedades de los cultivos de secano frente al regadío. Además, el olivar tradicional es un cultivo sostenible medioambientalmente sin impacto que no necesita riego artificial.
Además de recoger vuestra propia manzanilla cacereña, también ofrecéis la posibilidad de extraer aceite con las aceitunas que os llevan otros productores.
Hacemos el aceite a otros agricultores de la zona que confían en nosotros para ello. Les ofrecemos extraer el mejor zumo de sus propias aceitunas como lo hacemos con nuestro aceite Oleosetin, con unos medios de producción modernos y experiencia profesional avalada por los profesionales del sector. No obstante, más allá de cualquier aval, la mejor propaganda que tenemos es que cualquiera que ha hecho su aceite en nuestra almazara ha vuelto al año siguiente y además, nos ha traído algún nuevo cliente. En esta nueva campaña hay poca aceituna, con lo cual la mayoría se venderá para aceituna de mesa, pero nosotros seguimos poniendo nuestras instalaciones y experiencia al servicio de todos.
¿Cuál es la mayor satisfacción de vuestro trabajo?
La puesta en valor del legado de nuestros padres y su satisfacción al ver sus fincas cuidadas, olivos sanos y fuertes, cumpliendo con nuestra responsabilidad de cuidar y legar este patrimonio. Nos quedamos también con el cariño de nuestros clientes cuando disfrutan de nuestros productos y valoran lo que estamos haciendo, animándonos a seguir luchando por conservar este patrimonio natural, el olivar manzanilla cacereña.