En esta nueva entrada a nuestro blog, os vamos a contar una de esas pequeñas historias que por sí solas no se entienden y que junto al resto de diminutas pero entrañables anécdotas, van dando sentido a todo lo que nos rodea. Y nos referimos con ello a nuestro proyecto familiar.

Si entras en nuestra oleoteca de Cáceres, te encontrarás con este cuadro.

Si no conoces la historia, seguramente para ti será un cuadro más. Pero detrás de este olivo hay un pintor, un amor por el arte, una familia, una costumbre… en definitiva, ahora viene lo más interesante.

Juan José Matías Sánchez es su autor. Aunque mejor llamarlo Juanjo. Hay confianza. Juanjo es nuestro primo y como gran parte de esta familia (bromas aparte), él también es artista. Unos nos dedicamos a moler aceitunas para sacar aceite y otros como él, se dedican al pincel de brocha fina para reflejar los olivos en los que otros trabajamos. Y nosotros qué decir al respecto. Estamos encantado.

Juanjo tiene hasta su propio blog. Pinchando aquí puedes conocerlo un poco más.

http://pinturasoleomatias.blogspot.com.es/)

Porque Juanjo no sólo pinta. También trabaja la madera y hace muebles o tallados con paisajes. Es un pedazo de artista.

Nuestro primo vive en Robledillo de Gata en un antiguo hospital franciscano y nuestra tía tiene la calle llena de macetas como podéis ver en estas fotos. Sinceramente pasear por allí o sentarse al fresco es uno de los mejores momentos que puede tener una visita por Robledillo.

En verano, durante las fiestas de nuestra señora de la Asunción, expone cuadros en la calle y la gente del pueblo o los visitantes que pasan por allí suelen llevarse alguno para casa.

En una de esas que estaba yo (Jesús) como si de un turista se trata, mirando los cuadros, cuando vi uno que me llamó la atención.

Era un imponente olivo franqueado por otros en la distancia cuando pensé que era ideal para la Oleoteca. Suerte la mía que cuando me giré tenía a mi primo detrás para decirme sin preguntarle…”¿te gusta?, ¡¡lo pinte para vosotros!!

Y la verdad, en ese momento, no supe qué responder. Fue todo un detallazo de mi primo que nos lo regaló y hoy forma parte de la estupenda decoración de la Oleoteca. Y por cierto, son ya muchos los visitantes que nos preguntan por el autor cuando nos visitan…

Así que…¡¡Gracias Primo!!