Para quien no nos conozca, la de Oleosetin es una familia muy apegada a la tierra. En nuestro día a día, tenemos muy presentes los valores que nos han traído hasta aquí. El esfuerzo, la belleza de los pequeños momentos, de las cosas chiquininas, el cuidado de nuestras raíces, el respeto por el entorno que nuestros antepasados moldearon a su imagen y semejanza… y por supuesto, por nuestra huerta.

Los naranjos de Sierra de Gata producen un sabor único

Como sabéis, trabajamos los olivos centenarios que nuestros padres nos legaron en Marchagaz y Robledillo de Gata. Y en este último pueblo es donde se encuentran todavía muy vivas nuestras raíces y nuestros orígenes. Tiene 70 años y se llama Josefa. Es la abuela de la famlia. Y como se suele decir, más sana que una manzana.

Aquí la tenéis. La abuela Josefa. Un ejemplo para todos nosotros

Ella tiene gran parte de culpa de algunas de nuestras aventuras. Somos así y no lo podemos remediar. El campo, la vida sana y sencilla, la vida en el pueblo… esas cosas que nos hacen felices. Y de esta guisa estamos estos días de verano. Aprovechando todo aquello que sale del huertino. A buen entendedor, con pocas palabras basta. Bastan estas imágenes. ¿Qué os parece?

Y aquí entre tarde y tarde, haciendo conservas de tomate….

Y también pisto, con tomates y pimientos también de la huerta, claro.

Disfrutamos mucho haciendo este tipo de cosas en familia. Son momentos que siempre quedarán en nuestra memoria y que transmitiremos a nuestros hijos y nietos. Porque creemos que esta es la esencia de la vida, eso que nunca debemos perder, por más que avancen los tiempos. Y porque nosotros hemos conseguido hacer compatible y sostenible el mundo de toda la vida con los nuevos tiempos. Con nuestro aceite, por ejemplo, lo hemos conseguido. Y si os parece bien familia, os dejamos que tenemos que seguir con el tajo, que tenemos seguir labrando nuestro futuro y el de nuestros pueblos!